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Mili Blume, Una Joya de Mamá

Revista Asia Sur
Edición «Todo sobre mi madre»

A Mili Blume nadie la hace más feliz que su hija Mariana, tal vez porque ha cumplido y excedido todas las expectativas que tenía sobre ella, tal vez porque son grandes amigas, tal vez porque lo único que quiso siempre fue tener una hija mujer. «Cuando estaba embarazada, la gente me decía que por la forma de mi barriga iba a ser hombre, pero yo tenia en mi mesa de noche una foto mía de chiquita y la miraba todos los días antes de irme a dormir para que fuese mujer y se pareciera a mi.»

Deseo cumplido. «Dejé de trabajar el primer año y medio, y me dediqué por completo a ella. Desde que nació, siempre sentí que era un proceso  en el que las dos íbamos conociendo y aprendiendo la una de la otra». Siempre han sido las dos frente al mundo y la han pasado de lo mejor. Mariana cuenta que fue una «niña mochila» y que ha acompañado a su mamá en miles de aventuras, como ser testigo de su segundo matrimonio o ser su socia en la joyería Mili Blume.

Ambas coinciden en que el secreto de su buena relación es la comunicación. Mili siempre se esforzó por ser tolerante. «De alguna forma, yo logré no juzgarla, ponerme en sus zapatos y darme cuenta de que a ella le pasaban cosas que también me habían pasado a mi.» Y Mariana le agradece que siempre haya respetado sus decisiones y que le haya permitido equivocarse.

Hace mucho que dejaron de ser madre e hija y pasaron a ser amigas, por eso Mariana asegura que lo mejor que puede hacer con su mamá es salir a almorzar juntas. «Terminamos conversando de todo. Por las noches, generalmente estamos demasiado cansadas como para sentarnos a hablar, pero en los almuerzos si podemos. Aparte, a las dos nos encanta comer. Y me gusta sentarme con ella en su oficina, cuando puedo darme una vuelta por la tienda. Mi mamá ha puesto un sillón ahí para que pueda hacer siesta (risas).» Y Mili asegura que no puede evitar engreirla y repite una frase que siempre le dice su madre» «Hija, engríela nomás, si es tu única hija y es tan buena…»

Revista Asia Sur